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La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, progresiva y hasta el momento crónica. Es cada vez más común en las sociedades desarrolladas, ya que la edad avanzada es el principal factor de riesgo (0.9% de incidencia con edades entre 60-64 años, 18% de incidencia con edades de 90-94 años, en Europa).
Al ser una enfermedad progresiva los síntomas van apareciendo lentamente, agravándose por el paso del tiempo, los síntomas más comunes son: pérdida de memoria, dificultad para realizar actividades diarias, para la escritura, el habla y la orientación, agresividad, alteración de los ciclos del sueño, delirios, depresión y ansiedad.
Alzheimer
La enfermedad del Alzheimer afecta a diversas áreas cerebrales como la corteza, el área entorrinal, el hipocampo, la amígdala o los tálamos entre otros. La muerte neuronal junto con la pérdida de sinapsis son los principales problemas que se asocian a la enfermedad, los tipos de neuronas más afectadas son las neuronas piramidales glutamatérgicas y las colinérgicas. La principal hipótesis mantenida hasta el momento es que la formación de placas densas de las proteínas tau y beta-amiloide crean la formación de ovillos neurofibrilares intracelulares afectan al citosqueleto de las neuronas y destruyen el sistema de transporte de estas.
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