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Cerebro, lateralidad y TDAH

La lateralidad es la preferencia que tenemos los seres humanos por un determinado lado de nuestro cuerpo, todas las personas tienen un lado dominante, que es controlado por el hemisferio cerebral contrario, de esta manera si eres diestro es porque el lado dominante del cuerpo es el derecho y es controlado por el hemisferio cerebral izquierdo y si eres zurdo sucede lo contrario, pero… ¿Qué ocurre si ningún lado predomina sobre el otro? La definición de esta característica se llama ambidextrismo o lateralidad no definida.

Podemos intuir por lógica que ningún hemisferio tampoco sobresale y estamos en lo cierto, el cerebro de las personas con lateralidad no definida es simétrico, también podemos pensar que esta característica es una clara ventaja ya que puedes dominar ambas manos o ambos pies con la misma destreza, pero lo que no nos podríamos pensar es lo que concluyó un estudio sobre el amidextrismo realizado por investigadores finlandeses, ya que en este estudio se observó que los niños con lateralidad no definida tenían más posibilidades de sufrir dificultades de atención, lingüísticas y un bajo rendimiento académico, también se pudo ver que en los adolescentes con 16 años el riego de desarrollar síntomas de TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad) era el doble y si finalmente conseguían desarrollar TDAH la patología era más grave. No se quiere decir con este estudio que la lateralidad no definida sea la causante de los problemas, sino que es un indicador.


En un estudio realizado por científicos de la UCLA, se pudo observar como en el cerebro de las personas con TDAH, la comunicación entre los hemisferios era diferente a la de personas sin este tipo de trastornos.

Otros estudios sobre el TDAH apuntan que el origen de esta anomalía está producido en un 80% a factores genéticos y un 20% a factores no hereditarios. Esto está ligado a lo que se ha demostrado hace pocos años; Las mujeres que durante su embarazo sufren depresión o están expuestas a situaciones estresantes tienen mayor probabilidad de que su hijo tenga un cerebro más simétrico de lo normal.

Referencias:

Faraone S, et al: "Genetic influences on attention deficit hyperactivity disorder". Curr Psychiatry Rep. Abr 2000; 2(2):143-6

Castellanos FX, Acosta MT: "Syndrome of attention deficit with hyperactivity as the expression of an organic functional disorder". Rev Neurol. 1-15 jul 2002; 35(1):1-1

Anthes, E., (2010). Ambidextrismo y TDAH. Mente y Cerebro. noviembre , pp.8

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