¿Flipar en colores?
La forma de almacenar contenido en la memoria, no es algo parecido a una biblioteca donde guardamos información y conocimiento y solo tenemos que ir a ese estante a por el “libro” (una versión exacta del recuerdo) y volverlo a leer, sino que más bien se activan ciertas sinapsis de neuronas específicas y lo que tenemos no es la imagen, o el recuerdo perfecto de lo que queríamos imaginar o recordar, sino que lo que obtenemos de la actividad de esas neuronas concretas es una reproducción aproximada del objeto o evento, una versión que no es fiel a la original pero que nos suele ser útil para el fin que queremos: reconocer algo o a alguien, explicar y comunicar algún paisaje…
Pero, ¿nunca os habéis preguntado?, por ejemplo: ¿una persona que no puede percibir el color. se lo puede imaginar?
Sigue leyendo estas líneas, si quieres que te acerque la respuesta, ya que solo va a ser eso, un acercamiento, no una respuesta definitiva.
Todo depende de porqué y como se produzca la falta de percepción del color, por ejemplo, hay diferentes clases de discromatopsia o daltonismo (el daltonismo es congénito), dependiendo de cuales sean los mecanismos afectados.
En el ojo hay tres tipos de conos (receptores del color) que se llaman protos, deuteros y tritos (primero, segundo y tercero en griego) y que perciben el rojo, verde y el azul. Según tengas una afectación en uno o diversos tipos de conos vas a poder discriminar más o menos colores, pero si tienes una afectación en las tres clases de conos, vas a percibir el mundo en una escala de grises, las personas que tienen un daltonismo de este tipo, son acromatópsicos.
Todos los discromatópsicos o acromatópsicos que hemos descrito hasta aquí tienen la capacidad de poder imaginar el color, de crear una representación de los colores en sus mentes.
Pero hay un tipo de acromatopsia, la acromatopsia central, que es muy interesante y que no es producida por alguna alteración en los conos (el sujeto los tiene intactos), sino que es producida por una lesión en las cortezas visuales iniciales del cerebro en el lóbulo occipital, esta pérdida puede ser total o simplemente una atenuación con lo que los sujetos perciben los colores más diluidos de lo normal.
Hasta aquí la única diferencia con los acromatópsicos que vimos antes, es el mecanismo por el cual no se podía percibir de manera correcta el color, pero una diferencia más interesante es, que las personas que sufren acromatopsia central no tienen la capacidad para imaginar el color (las personas que tienen los conos alterados si tienen esta capacidad).
Con todo lo dicho, hay que añadir que nada es definitivo, ni es una respuesta absoluta. La balanza se inclina a que las personas con acromatopsia central no tienen la capacidad de representar mentalmente el color, pero también hay estudios cuya conclusión es que los sujetos que sufren la alteración cerebral sí que pueden imaginar colores y que incorrectamente se ha asociado esta alteración con la agnosia al color.
Referencias:
