¿Frenología del siglo XXI?
La frenología es una antigua teoría científica que proponía analizar la personalidad de una persona mediante el estudio de la forma del cráneo; examinando minuciosamente las protuberancias y demás características de la cabeza, se podía adivinar aspectos de la persona como la inteligencia, el carácter e incluso pretendía servir como prueba de delitos, ya que también ciertas formas de la cabeza eran “típicas” de delincuentes.
F.J.Gall fue el anatomista que desarrolló e investigó esta teoría que fue muy popular durante el siglo XIX. Afortunadamente, hoy en día, la frenología es una pseudociencia en la que nadie cree (o eso espero), por ejemplo uno de sus males fue que sirvió para incrementar odios racistas y sexistas y como prueba en un juicio.
Los frenólogos creían que; como el cerebro es el órgano de la mente, debería tener un área cerebral para cada facultad mental y las características personales eran proporcionales al tamaño de cada área, pudiéndose observar externamente en la forma del cráneo.
Pese a que esta teoría está totalmente desacreditada, hay aciertos a los que hoy en día podemos acercarnos gracias a las tecnologías a las que tenemos alcance.
Científicos de las universidades de Minnesota, Toronto, Yale y el centro de investigación The Mind Research Network de Albuquerque, han llevado a cabo un estudio donde pretendían ver si el tamaño de ciertas zonas cerebrales estan correlacionadas con aspectos de la personalidad.
Para el estudio, 116 voluntarios contestaron un cuestionario que permitía describir su personalidad, mientras se medía el tamaño relativo de distintas partes de su cerebro mediante una prueba de imagen cerebral. Se utilizó un programa informático para deformar la imagen de cada cerebro de manera que los tamaños relativos de las diferentes estructuras pudieran ser comparados y se encontró una relación entre el tamaño de ciertas regiones del cerebro y la personalidad. Los frenólogos ya decían algo parecido.
Tuvieron en cuenta la teoría de los cinco grandes de la personalidad, la cual postula que la personalidad está compuesta por cinco rasgos fundamentales: Extraversión, apertura al cambio, responsabilidad, amabilidad y neuroticismo.
Así se observó que la extraversión covaría con el volumen de la corteza orbitofrontal medial. El neuroticismo covaría con el tamaño de las regiones del cerebro asociadas con la amenaza o el castigo. La amabilidad covaría con la dimensión de las areas que procesan la información acerca de intenciones y estados mentales de otros individuos. La responsabilidad covaría con la corteza profrontal lateral, una región involucrada en la planificación y el control voluntario de la conducta.
En el rasgo de apertura al cambio no se aprecian diferencias notables.
Como conclusión, recogemos textualmente la que incluyen en el estudio publicado en la revista Psychological Science:
La Neurociencia de la personalidad es una disciplina de rápida expansión en la investigación gracias a la incorporación de neuroimagen no sólo estructural y funcional, sino también de genética molecular, de psicofisiología y de investigación psicofarmacológica. Si los resultados en este campo van aumentando sistemáticamente, se necesitan marcos teóricos generales para organizar los resultados y generar predicciones. El modelo del Big Five (los cinco grandes de la personalidad) ofrece una clasificación prometedora de rasgos en torno al cual construir dicho marco. Los cinco grandes factores son predictores importantes en los resultados de la salud mental y física, el bienestar, la educación, el trabajo y las relaciones ( Ozer y Benet-Martínez, 2006 ). Investigar en una teoría sobre las raíces biológicas es un paso importante hacia la integración de la investigación en las diferencias individuales en la psicología y la neurociencia. Los resultados de este estudio apoyan esta teoría, lo que demuestra la viabilidad de utilizar la neurociencia de la personalidad para avanzar en la comprensión de la psicología humana.
Referencias: