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163 años de Ramón y Cajal

Tal día como hoy, nació uno de los investigadores más sobresalientes que ha tenido la neurociencia, y sin duda el científico español más prominente. Primer premio nobel de medicina y fisiología español, por su trabajo sobre la teoría de la "doctrina de la neurona".

Además de su prominente carrera investigadora es de las personas más inspiradoras en la que en estos tiempos debemos de mirar.

Es curioso pensar que nació el 1 de mayo, día del trabajador, ya que él en sus escritos recalcó que todo lo que ha descubierto fue gracias a su trabajo y no a su inteligencia:


¿Es que poseo aptitudes especiales para la labor científica? Niégolo en redondo; y si la insignificancia misma de la labor lograda no lo acreditara demasiado, lo probaría también la historia de mi juventud, declarada por boca de mis maestros y condiscípulos, la mayor parte de los cuales vive todavía. Ellos dirán cómo yo fui, durante el bachillerato, uno de los alumnos más indóciles, turbulentos y desaplicados, y cómo al llegar a la Universidad y cursar (y no ciertamente por espontánea voluntad) la carrera de Medicina en Zaragoza, no brillé ni poco ni mucho en las aulas, donde, exceptuando algunas asignaturas en las cuales estímulos paternos, harto insinuantes y enérgicos para ser desatendidos, me obligaron a fijar la atención, figuré constantemente entre los medianos, o, a lo más, entre los regulares. Ellos podrían decir también que, desde el punto de vista de la inteligencia, de la memoria, de la imaginación o de la palabra, en nuestra clase de cuarenta alumnos escasos se contaban lo menos diez o doce que me aventajaban.


Ahora bien: si yo, careciendo de talento y de vocación por la ciencia, al solo impulso del patriotismo y de la fuerza de voluntad, he conseguido algo en el terreno de la investigación, ¡qué no lograrían esos primeros de mi clase y esos muchísimos primeros de otras muchas clases si, pensando un poco más en la patria y algo menos en la familia y en las comodidades de la vida, se propusieran aplicar seriamente sus grandes facultades a la creación de ciencia original y castizamente

española! El secreto para llegar es muy sencillo; se reduce a dos palabras: trabajo y perseverancia.


Fragmento extraído de: Reglas y consejos sobre investigación científica. Ramón y Cajal. 1923.

Han pasado más de 100 años desde su premio nobel (1906) y los parecidos con nuestra sociedad actual parece sorprendente. El filósofo y ensayista español Ortega y Gasset dijo: "El caso de Cajal no significa un orgullo para nuestro país, sino más bien una vergüenza, porque es una casualidad”. Refiriéndose al poco apoyo e importancia que en esa época se le daba a la producción científica.


Para saber más sobre la vida de Ramón y Cajal recomiendo los artículos que D. José Ramón Alonso publica en su web www.jralonso.es


Referencias:

Ramón y cajal, S. (1923). Reglas y consejos sobre investigación científica

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